13 de septiembre de 2005

Ainara

El sábado estuvo en la isla de La Gomera el magistrado de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón. En Gran Canaria el guapo es el Sr. Soria, pero La Gomera es un feudo del Partido Socialista donde sutilmente, poco a poco, se han ido “expulsando” a los no correligionarios que llaman “caciques”. En La Gomera, el Sr. Curbelo y sus amigos van quedándose con todo, lentamente y sin oposición, con toda la política y la construcción, lo más importante de la economía insular por aquello de la “inflación” de las obras públicas y el “reparto” de subvenciones. Y el Sr. Soria sabe de la dificultad en encontrar allí, sin la “compra del voto”, candidatos para su partido.
Pero no solo los presidentes Curbelo y Soria saben cosas, porque presidentes y no presidentes en Canarias ha habido. Sabe el Sr. Rodríguez (don Román) criticado por empresas sanitarias y el Sr. Martín (don Adán) de recalificaciones de fincas en el sur tinerfeño. El sabiondo Olarte, bien situado, no quiere “bajarse del burro”, mientras el Sr. Hermoso atiende sus empresas de privilegio. Mendoza, con familiares y allegados de los otros, vuelve otra vez de segundón a tapar aquel agujero negro azabache de la educación, con el vuelo de los del ICFEM y Tindayas, Auditorios y pedregales, hamburguesas, rondas y rotondas....
Tal vez en esa isla donde doña Beatriz recibió a Cristóbal Colón antes de su partida al descubrimiento de América, algún juez bautizara a su hija extramatrimonial sin impedimentos eclesiásticos.
El presidente, Sr. Aznar, según la encantadora canariona Ankla, más feo y más bajo que el Sr. Soria, se fue el domingo, 20 de julio, a Gran Canaria para apadrinar en Agüimes a Ainara del Rosario. Como el presidente español en Gran Canaria no va a ser menos que un juez en La Gomera, hubo un cura que allanó el camino bautismal sin matrimoneidad para que los parroquianos contemplaran la glamourosidad presidencial.
No obstante, yo no me voy a referir al agua bendita, ni al banquete bautismal del Castillo, ni a la esbeltez del guapo Sr. Soria, ni tampoco a los deseos de la Sra. Ana Botella de ser joven abuela, sino a lo que dijo en La Gomera el Sr. Garzón la noche anterior al bautizo de Ainara en Agüimes.
El Ilmo. Sr. Don Baltasar Garzón, magistrado de la Audiencia nacional, conocido jurista de fama, no solo en la “unidad de destino”, sino también en “el universo” dijo, según leí en la prensa, que desde hace casi un año “la justicia y el derecho han pasado a un sexto plano, incluso resultan inexistentes” y “parece como si se consagraran bolsas de impunidad de espacios de derecho, donde se puede hacer lo que sea desde el poder y no va a haber ninguna respuesta de la justicia, porque se impide”.
Pero....¿qué es esto?. A mi el Sr. Garzón me ha dejado frío, como cuando en 1998 leí que, según una encuesta, el 88´6 % de los españoles desconfiaba de la Justicia.
Claro, es aquí donde he de recordar lo que dijo a finales del pasado mes de junio Begoña Barras, representante de un colectivo que aglutina más de una veintena de organizaciones sociales y políticas que tenía la constancia de la existencia de más de un centenar de casos de abusos sexuales a menores en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, que están siendo archivados a pesar de existir pruebas más que evidentes de que se han producido dichos abusos.
El Sr. Aznar exigió el respeto a los Derechos Humanos en Cuba y en Guinea y para defenderlos dicen que nos hemos involucrado en la guerra de Irak con los Estados Unidos de América, que se llevan a los terroristas a la base de Guantánamo para enseñarles como se respetan esos derechos de la humanidad. Y es que nuestro presidente gobierna afrontando la dificultad de la decisión bélica y sin la “sopita boba” de girar la cara al otro lado.
El Sr. Aznar no debería ir a Agüimes para solo embelesarse con su pequeña ahijada sin mirar los abusos a menores e indefensiones infantiles en las islas de enfrente, si es que quiere también en Gran Canaria ser más guapo y más grande que el Sr. Soria.


Gomera 21

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