27 de julio de 2009

HISTÓRICO


¡Protesto!, porque observo como algunos medios, de forma persistente, cuando se refieren al Senador y Presidente del Cabildo de La Gomera le atribuyen infundada y equívocamente la condición de histórico.

Rebus sic stantibus: Si las cosas no han variado, históricos en el PSOE son aquellos que militaron durante la clandestinidad, cuando la Dictadura. En La Gomera, militantes en los que concurra esa circunstancia en la actualidad no queda absolutamente ninguno. Naturalmente, incluido Erasmo Armas que es capaz de amancebarse con cualquiera con tal de figurar y aparentar: Vanidad, fue la causa que perdió a Lucifer.

En verdad, Curbelo ingresó en el Socialismo después de la avalancha de las Elecciones Locales de mayo del 83. Desde otra perspectiva, Curbelo si alcanza el tratamiento de histórico: Es histórico por ser condenado dos veces por la Sala de lo Penal de la Audiencia Provincial de Sta. Cruz de Tenerife (Sentc. de 18.10.85), convicto de dos delitos contra los Derechos Fundamentales. Es decir, contra las Libertades Públicas: por detener ilegalmente a dos probos ciudadanos abusando de su autoridad.

Estos ilícitos penales en su momento fueron los primeros y más precoces cometidos en el Estado de Derecho. Las Sentencias y sus secuelas fueron ocultadas para seguir aprovechándose de las ventajas políticas que proporcionaban los fraudes electorales fraguados y perpetrados desde Venezuela y el Sur de Tenerife, de los que Curbelo y su Partido son expertos.

En conclusión, quien firma esto, afirma: Curbelo es histórico en cuanto a delinquir y corromper, desde hace bastantes años. ¡Zape!

Alonso Trujillo

24 de julio de 2009

Una filigrana en la Travesía de Hermigua

(Cliquear sobre la imágen para ampliarla y luego retroceder para volver al blog)










Actualmente, la pendiente de la Carretera del Cementerio en los 65 m. anteriores a su conexión con la TF-711 es elevada, con un 18,4 % en promedio entre las cotas 179 y 191. El ensanche de la Carretera General TF-711 con las obras de la Travesía de Hermigua ocasionaría un incremento de esta pendiente a un 20,3 % e incluso a un 23,5 % si se utilizara una rotonda de 20 m. de diámetro en el punto de conexión actual. Para disminuir dicha pendiente es imprescindible un nuevo trazado, de acuerdo con las circunstancias del terreno, enlazando con un punto de conexión en la TF-711 de cota inferior a los 191 m. sobre el nivel del mar y lo más próximo posible al de la conexión actual.

El punto elegido por los proyectistas para la conexión por medio de una rotonda está 60 m. más abajo a una cota de 185, y en las fotografías puede apreciarse claramente que, dado que el terreno no lo impide, el trazado correcto del enlace es el que une casi en línea recta la cota 185 de la TF-711 con la 179 de la Carretera del Cementerio. Es el “trazado lógico”.

Este “trazado lógico” salva un desnivel de 6 m. mediante un desarrollo de 82 m. con una pendiente del 7,3 %, lo cual es perfectamente asumible si tenemos en cuenta que la pendiente de la TF-711 en este punto es de un 10 %. Su inconveniente es que divide en dos las parcelas 111 y 112, aunque sin afectar a las edificaciones que contienen.

El “trazado proyectado”, en cambio, emplea un desarrollo de 86 m. para salvar un desnivel de 1 m. con una pendiente de 1,16 % uniendo la cota 185 de la TF-711 con la 184 de la Carretera del Cementerio mediante un retorcimiento que evita las edificaciones pasando por la cota 188 y arrasando la parcela 113 para afectar a la 112 en una esquina. El recorrido entre las cotas 179 y 185 del enlace proyectado es un 45 % superior al del “trazado lógico”. ¡Magnífica, pues, la filigrana de curvas de los proyectistas, o de sus “directores”!

No obstante, si se hubiera elegido otro punto de conexión como la cota 187 en la TF-711, tendríamos un “trazado económico”, que, con una curva de 90 grados para no afectar tampoco a las edificaciones, tiene un desarrollo de 55 m. y consigue superar un desnivel de 3 m. con una pendiente de un 5,45 %.

Dado que la Carretera del Cementerio es una vía secundaria, no es necesario que su ancho sea de 12 m., sino que con 8 le basta y le sobra. La superficie ocupada, por tanto con los 8 m. de ancho, sería de 440, 656 y 688 metros cuadrados respectivamente para los trazados del enlace “económico”, “lógico” y “proyectado”, con un coste corelativo de la obra de cada uno de ellos de 264.000, 393.600 y 412.800 euros, considerando a 600 euros el metro cuadrado para la constructora ya que la Travesía de Hermigua es un proyecto muy caro y dificultoso, tras desecharse el otro fácil y barato del margen del barranco, donde los enormes muros se caen antes de haberse terminado. No en vano en Hermigua ha habido alcaldes y ediles de caprichos muy “valiosos” a costa del erario público y algún titular de alguna parcela arrasable, caprichos tan valiosos como los de profanar durante años los restos de algún muerto antepasado del dueño de la parcelita arrasada.

Posiblemente, más por las directrices de los políticos planificadores que por error de los proyectistas, se ha elegido para el enlace de la Carretera del Cementerio con la TF-711 el “trazado proyectado”, el absurdo, el más largo, con más curvas y el más costoso, quizá más bien para perjudicar dolosamente que para beneficiar a alguien y sin que se justifique tal elección. Total, si, como dijo aquella ministra de cerebro prodigioso de funcionamiento más veloz que su habla, “el dinero público no es de nadie………”


20 de julio de 2009

EL CASO CURBELO



No veo qué otro nombre le podría dar. Una cosa peligrosamente parecida a un ser humano, una cosa que manda y hace y deshace a su antojo en una isla llamada La Gomera. Este caso, esta enfermedad, este virus amenaza con ser la causa de la muerte moral de la Isla Colombina si un vómito profundo no consigue arrancarlo de la conciencia de los gomeros antes de que el veneno acabe corroyéndole las venas y destrozando el corazón de la isla más rica en biodiversidad del conjunto de las Macaronesias. Los valores básicos de la convivencia humana son pisoteados todos los días por las patas viscosas del virus Curbelo que, entre sus múltiples talentos, tiene una habilidad circense para abusar de las palabras, pervirtiéndoles la intención y el sentido, como en el caso del Socialismo Canario, que así se llama el partido con el que éste populista asalta el poder.

Le llamé delincuente a este virus y no me arrepiento. Por razones de naturaleza semántica que otros podrán explicar mejor que yo, el término delincuente tiene en castellano una carga negativa mucho más fuerte que en cualquier otro idioma hablado en Europa. Para traducir de forma clara y contundente lo que pienso del caso Curbelo utilizo el término en la acepción que la lengua de Nebrija y Cervantes le viene dando habitualmente, aunque sea más que dudoso que Cervantes lo haya usado alguna vez. Delincuencia, en mi lengua vernácula, significa, de acuerdo con los diccionarios y la práctica corriente de la comunicación, “acto de cometer delitos, desobedecer leyes o patrones morales”. La definición asienta como un guante en el virus Curbelo, sin una arruga, sin una tirantez, hasta el punto de parecerse más a una segunda piel que la ropa que se pone encima. Desde hace años el caso Curbelo viene cometiendo delitos de variable gravedad. Para colmo, no es que desobedezca leyes, manipule planes de ordenación y adjudicaciones administrativas, sino, peor todavía, las desprecia, las malinterpreta y las retuerce para salvaguarda de sus intereses públicos y privados, de político y empresario.

En cuanto a los patrones morales, ni merece la pena hablar, no hay quien no sepa en la Isla y en la Comunidad Canaria que el caso Curbelo hace mucho tiempo que cayó en la más completa abyección. Éste es el Presidente del Cabildo de La Gomera, éste es el virus que el pueblo gomero seis veces ha elegido para que le sirva de modelo, éste es el camino de la ruina al que, por arrastramiento, están siendo llevados los valores de libertad, ética y dignidad que impregnaron la poesía de García Cabrera y la acción política de Ruiz de Padrón, esos que hicieron de La Gomera una guía espiritual de Canarias y los canarios. Es esto lo que el virus Curbelo quiere arrojar al cubo de la basura de la Historia. ¿Lo continuarán permitiendo los gomeros?.

Pido encarecidamente a la sociedad insular que se levante y se ponga de pié ante la dignidad de las cosas justas y en contra de la corrupción y el alienamiento.

Comentarios sobre la denuncia a Curbelo en el ABC

En la información publicada en el ABC – Sección Canaria – el domingo 7 del corriente mes, el periodista pone en cuestión, a mí entender con toda la razón, la celeridad, eficiencia y diligencia de la Fiscal Anticorrupción de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife, Sra. Farnés. Lleva más de año y medio sin darle curso legal a la ampliación de una denuncia presentada contra el Presidente del Cabildo Insular de La Gomera, Casimiro Curbelo; por numerosos y supuestos delitos de prevaricación, cohecho y tráficos de influencia, al manipular de forma torticera dos planes, el de Desarrollo Turístico y el de Ordenación Insular, con la evidente intencionalidad de favorecer a sus socios, amigos y clientes.

Por lo expuesto, le formulo a la Sra. Fiscal la siguiente pregunta: ¿Es cierto que el Ministerio Fiscal es el Órgano del Estado que tiene constitucionalmente encomendado la promoción de la Justicia por medio de órganos propios, para defender la legalidad, los derechos de los ciudadanos, el interés público tutelado por la Ley y la satisfacción del interés social?.

Viene al caso el discurso del diputado y secretario de los socialistas canarios, Sr. López Aguilar, flagelando a la corrupción política, “de los otros”, en el Archipiélago. Me trae a la memoria la prédica fogosa e incendiaria de aquel fraile fiorentino, alumbrado y reformador de las costumbres del clero y la nobleza, que atemorizó a la culta y rica Italia renacentista con la hecatombe del Apocalipsis. Como era previsible, Savoranola, que así se llamaba el fraile, acabó en la hoguera. La libertina aristocracia del cuatrocento –Medici, Borgia, Grimaldi, Centurione, Doria, Sforza, Visconti, Sansoferrato, Trastamara- una efervescencia de filántropos y mecenas que vivieron en una época convulsa, no estaban dispuestos a tolerar que un franciscano les jodiera el festín.

Puestos a elegir entre el humilde fraile reformador y las costumbres licenciosas del estamento dirigente, optaría por el fraile. Pero, eso sí, le exigiría antes y previamente la desinfección del convento, para que la prédica sea más higiénica.

¿Cosa curiosa, o Cosa Nostra, o cosa mafiosa?: El diario ABC no llegó a La Gomera el domingo día siete. Lo secuestraron por el camino.


17 de julio de 2009

De Mareta con cinco millones



Yo me imagino a cualquier persona que tal vez a base de esfuerzo ha construido un "chiringuito" que dá de comer a su familia y dos más. Que, responsablemente y ante dificultades económicas, no se puede permitir el irse de vacaciones. Estoy seguro que hay muchos y yo he conocido personalmente a algunos, que priorizan su obligación de empujar el carro a su derecho al vacacioneo. Habrá quien opine a favor o en contra, pero cada cual tiene sus responsabilidades, de acuerdo a sus propias circunstancias.
Supongo que el Rey, el Presidente o el Primer Ministro de cualquier pais, tiene unas enormes responsabilidades con respecto a sus millones de habitantes, lo cual debería impedirle el tomar vacaciones a su antojo, sobre todo en situaciones difíciles.
En España, a juzgar por los más de 600 asesores, el Presidente del Gobierno no cabe duda que tiene una responsabilidad inmensa, asumida voluntariamente, a la que no debería hacerse frente con guapuras, sonrisas y verborréa, en estos tiempos de crisis económica negada durante muchos meses.
Ahora el Sr. Zapatero, coje su familia, sus bartulos y los nuestros, y se va de Mareta con casi cinco millones de parados que ha dejado en el camino la negada crisis. Y se va a Lanzarote, en las Islas Canarias, donde el paro juvenil dicen que se aproxima al 50 %. Y se va de vacaciones, como el Rey que no gobierna, a la recidencia real de La Mareta, casi en el mar como Cho Vito, en una parcela de unos 33.000 metros cuadrados para amortizar aquellos, más o menos, 50 .000.000 de pesetas que, como en la residencia madrileña del Sr. Bermejo, nos gastamos hace unos años.
Si en su familia no hay trabajo, busquelo, mientras la del Sr. Zapatero se zambulle en la piscina de 300 metros cuadrados.
La crisis, querido lector, solo es suya, de usted. Ellos no tinen ninguna, porque para ellos, los de la "cásta política", ninguna importancia tiene el paro que no mengua, ni el déficit comercial apabullante, ni la caída del consumo interno y la producción, ni tampoco el endeudamiento de nuestros hijos y nietitos que han contraido ellos en su nombre para ayudar a los ricos, a las eléctricas, a las fábricas de automoviles y a la banca, mientras dicen lo contrario, que con su "gasto social" y su "esfuerzo" van a proteger el paro con seis meses de prórroga. Sus medios de comunicación, los de ellos, casi todos, irán a Lanzarote con sus guachafitas a informarnos del submarinismo.



14 de julio de 2009

Travesuras en la Travesía de Hermigua


Podría pensarse que en décadas de “ardua lucha” de los alcaldes y la población recesiva del Norte de La Gomera, acompañados por don Gregorio Medina desde el Cabildo, con su presidente don Casimiro Curbelo, cabeza visible al frente de todo y para todo, después de haberse culminado las remodelaciones de las carreteras del Sur de la Isla se ha ido logrando el Acondicionamiento de la carretera TF-711 de San Sebastián de La Gomera a Vallehermoso paso a paso, proyecto a proyecto y trozo a trozo, construyéndose unos sinuosos túneles absurdos o desestimándose otros importantísimos para el sempiterno “desarrollo” norteño. Curiosamente, el último tramo en acometerse es el de la Travesía de Hermigua entre los kilómetros 18,7 y 22,5, o sea, entre El Cabo y La Castellana a lo largo de 3.800 metros, que afecta a todos los vecinos del Norte de la Isla.

Lo cierto es que, desde San Sebastián de La Gomera, durante más de 30 años el Cabildo no se ha interesado mucho por los pueblos del Norte de la Isla, aparte de comprar dos escobas para conseguir cuatro votos para el partido gobernante, con el apoyo de los respectivos Ayuntamientos correligionarios. Posiblemente, el principal responsable de la marginación a que el 7-7-2009 aludía en “El Día” el esposo de Nieves y alcalde de Agulo, don Néstor López, sea el presidente del Cabildo junto con los alcaldes, alcaldesas y alcaldadas de Hermigua, Agulo y Vallehermoso. Todos ellos mirándose su ombliguito, mientras la población norteña, a escobazos de subvenciones clientelares, va camino de descender hacia los 4.140 vecinos que, según Viera y Clavijo y sin contar con Chipude, había a mitad del siglo XVIII. Dijo entonces el historiador que “si Hermigua tuviese aceite y más trigo, no necesitarían sus habitantes de nada forastero para la comodidad de la vida”.

El pasado 30 de Junio de 2009, la Consejería de Obras Públicas y Transportes en una nota de prensa informaba que, a propuesta del consejero don Juan Ramón Hernández, “el Gobierno de Canarias aprueba la urgente expropiación forzosa para ejecutar la Travesía de Hermigua”.

Se dice textualmente en esa nota de prensa que el “proyecto respeta el trazado actual de la vía frente a la alternativa de realizar una variante por las márgenes del barranco”, y añade que el “motivo es la necesidad de defender el comercio existente y potenciar la aparición de nuevos establecimientos con la finalidad manifiesta de que la ejecución de la travesía no resuelva solamente un problema de transporte sino que se convierta en motor de desarrollo de la población”. Y yo me pregunto… ¿Qué comercio es el que queda ya en este pueblo? ¿Dos bares, media panadería, un colmado y tres apartamentos de turismo rural, pueden decidir el abandono de otra alternativa por el margen del barranco, muchisimo más económica, útil, beneficiosa socialmente y que soluciona mejor los actuales problemas circulatorios? ¿O acaso lo del “motor de desarrollo de la población” es exclusivo de la peor opción elegida, triplicando el costo? Esto es una travesura, porque un comercio prácticamente inexistente en Hermigua no debería decidir el trazado de la Travesía que afecta a todo el Norte insular.

No me creo nada de esto, como parece que no le creyó el diputado regional don Julio Cruz en noviembre de 2008 al consejero, Sr. Hernández, cuando este le dijo que ya “se había ejecutado la tercera parte” de la obra total prevista inicialmente del proyecto de la Travesía de Hermigua, unos meses después de haberse iniciado. ¿Sería una travesura más esa afirmación del consejero? ¿Realmente ya estaba ejecutado un tercio?

La clave está en las informaciones al periódico “El Día” el 18 de noviembre de 2001 del entonces alcalde de Hermigua y diputado regional don José Ramón Mora, donde se dice que “el Plan General de Ordenación Urbana de Hermigua, (entonces) en fase de redacción, recoge la futura obra planteando la mejora general de la actual travesía mediante la ampliación de su anchura”, y la propina de una pequeña variante en la parte baja en torno a la cual, aseguraba, “se desarrollará el futuro núcleo central del municipio". Si añadimos la pretensión de separar la carretera del edificio consistorial mediante una explanada mitinera y una rambla que vuele sobre el Campo de Futbol aunque se destruya parcialmente algún parque o plaza pública, es evidente que fue el Plan General de Ordenación Urbana el que constriñó el trazado de la Travesía con su ensanche rotondero de la vía actual, sobre un enorme muro de piedra que será un despeñadero a lo largo de todo el pueblo y desechando lamentablemente la opción más fácil del margen del barranco, con su encausamiento, su solución de captación de aguas residuales y el acceso a viviendas y tierras de cultivo fértiles, actualmente aisladas, que terminarán en el abandono. Esta pretendida Travesía de Hermigua, no es otra cosa que la travesura de ese Plan travieso, un Plan de Ordenación Urbana funesto y pernicioso para el interés general del pueblo, al que hay que “echarle de comer aparte”.

Parece ser que en 2001 se pensaba, según el Sr. Mora, que la obra sería financiada por la Comunidad Autónoma de Canarias “conjuntamente con el Cabildo de La Gomera, del mismo modo que las denominadas Acceso a La Lomada y Acceso al Nuevo Hospital Insular”, que formaban parte del Plan Sectorial de Nuevas Infraestructuras Viarias de la Isla. Sin embargo, el Cabildo se libró de invertir nuestros dineros suyos en la Travesía de Hermigua porque ésta, a principios de 2006, se incluyó en el Convenio de colaboración entre la Administración General del Estado y el Gobierno de Canarias, por el cual el Estado Español se comprometía a invertir durante una docena de años en 60 proyectos de carreteras de titularidad autonómica. En concreto, en los 28 proyectos del Anejo II, del que forma parte dicha Travesía, se invierten 1.858,78 millones de euros en obras y 288 en expropiaciones, dotados en el capítulo 7 del presupuesto de gastos del Ministerio de Fomento. A la obra de la Travesía de Hermigua se asignó la suculenta cantidad de 30,6 millones de euros además de los 4,74 millones que, proporcionalmente, deberían corresponderle para los 44.451 metros cuadrados de las 194 fincas expropiadas. O sea, por cada metro cuadrado expropiado en la Travesía de Hermigua, el Estado aportaría, en promedio, hasta 688,4 euros para las empresas constructoras y el 15,5 % de esta cantidad, es decir, hasta 106,7 euros para los titulares de las fincas. ¿No será una travesura que la Secretaría General Técnica de la Consejería de Obras Públicas y Transportes del Gobierno de Canarias ofrezca “precios justos” irrisorios de un par de euros después de la firma “a ojos cerrados” de las Actas de Ocupación y al amparo de una Ley dictatorial de mitad del siglo pasado?

Tras ser adjudicada en mayo de 2007 la Travesía encorsetada por el Plan General de Ordenación, se evidenció la dificultad de la construcción de los muros sin la ocupación de una franja bajo los mismos donde puedan operar los obreros y la maquinaria, por lo que se procedió a un Modificado del proyecto inicial ampliando las expropiaciones en 102 fincas, ninguna del polígono 17, y con una superficie total de 13.142 metros cuadrados. Como consecuencia de una reunión entre el Cabildo, los Ayuntamientos de Hermigua, Agulo, Vallehermoso y la Dirección General de Infraestructura Viaria y con el fin de desviar el tránsito de forma que el normal desarrollo de los trabajos afectase lo menos posible a la fluidez del tráfico a su paso por la travesía, el Cabildo gomero solicitó el 27 de noviembre de 2007 la inclusión en el Proyecto de Modificado de la Travesía de Hermigua, el de la Prolongación de la Pista de Las Poyatas, de titularidad municipal, para conectar con la carretera de la Comunidad Autónoma TF-711 en el punto kilométrico 17,9, fuera del tramo de la Travesia entre los kilómetros 18,7 y 22,5, que el consejero autorizó y aprobó en los meses de mayo y noviembre de 2008, respectivamente.

En efecto, en el BOC núm. 52, de 17 de marzo de 2009, se somete a información pública el expediente de expropiación forzosa de los bienes y derechos afectados por la ejecución del proyecto de Modificado nº 1 de la Travesía de Hermigua. En él se incluyen, además de las 102 fincas del modificado propiamente dicho, 20 fincas del proyecto de Prolongación de la Pista de Las Poyatas en el polígono 17, con una superficie de 12.541 metros cuadrados y que no forma parte del citado Convenio de colaboración, así como otro proyecto eléctrico de una línea de alta tensión para la iluminación de túneles en San Sebastián de La Gomera. Los errores de omisión del término municipal se subsanan solo parcialmente en el BOC núm. 64, de 2 de abril de 2009, ya que en él se omiten las 102 fincas del verdadero proyecto de Modificado nº 1 de la Travesía de Hermigua, para las cuales tampoco constaba el término municipal en el BOC núm. 52 en el que fueron publicadas.

Con este cúmulo de irregularidades, se desemboca en la urgente ocupación declarada en el Decreto 90/2009, de 30 de junio, y que se publica en el BOC núm. 131, de 8 de julio de 2009, por el que, tras inadmitir por extemporánea, la única alegación que se refería al proyecto de Prolongación de la Pista de Las Poyatas, se desafectan las 10 fincas del proyecto de la Línea de Alta Tensión para Iluminación de Túneles ubicadas en el término municipal de San Sebastián de La Gomera, “al no ser necesaria su expropiación”, y la sustitución de la expropiación forzosa por una ocupación temporal de dos fincas del proyecto de Modificado nº 1 de la Travesía, pudiendo sustituirse también “muchas de las fincas afectadas si así le interesase a los propietarios”, según Resolución de 5 de junio de 2009 del Secretario General Técnico de la Consejería de Obras Públicas y Transportes, lo cual también es un reconocimiento de la vulneración durante el procedimiento expropiatorio en el Modificado nº 1 del artículo 15 de la Ley de Expropiación Forzosa de 16 de diciembre de 1954 “sobre la necesidad concreta de ocupar los bienes o adquirir los derechos que sean estrictamente indispensables para el fin de la expropiación”. Y eso que, dada la insuficiencia de funcionarios públicos en la Consejería, ésta adjudica contrato de gestión del procedimiento de expropiación forzosa de la Travesía a “técnicos expertos” de la empresa sevillana Agua y Estructuras, S.A. (Ayesa) en julio de 2007 por 237.402,56 euros, con un presupuesto base de licitación de 339.486 euros. ¿Acaso no es otra travesura el pretender incluir en un modificado de un proyecto incorporado al Convenio de carreteras Canarias-Estado otros dos que no pertenecen al mismo mediante una expropiación forzosa que, aunque conveniente, no es ni necesaria ni estrictamente indispensable, eludiendo así sus procesos de licitación y adjudicación y desestimando otros procedimientos más ágiles de cesión o venta voluntaria de los terrenos?

El 3 de febrero de 2009 se inauguró con una variante de nuevo trazado en San Sebastián de La Gomera el Acceso a La Lomada, de menor importancia que la Travesía de Hermigua y por el que el Sr. Curbelo mostró siempre un interés desmedido. Dicho acceso de 2.500 m. de longitud, con altos paredones de piedra, con dos carriles y otro para vehículos lentos, con acera de 2 m. y ocho miradores, precisó expropiar 58.146 metros cuadrados de 56 fincas. Ignoro el costo de las expropiaciones, pero dicen que el monto total de la obra fue de 6,6 millones de euros, o sea, 113,5 euros por metro cuadrado expropiado, una minucia comparada con los 688,4 euros de la Travesía de Hermigua, aunque la adjudicó la Consejería de Infraestructuras, Transportes y Vivienda por 4.764.780 euros a una UTE de la que formaban parte, al igual que en Hermigua, las empresas Construcciones Darias, S.A. y Pedro Luis Darias, S.L., cuyos principales dueños, naturales de San Sebastián de La Gomera, ni eran ni son desconocidos del Sr. Presidente del Cabildo. ¿Será travesura una vez más tan descomunal diferencia como para sextuplicar el costo de ejecución de la obra en Hermigua?

Y es que 30,6 millones de euros no son cuatro perras, y es mucha “manteca” que puede beneficiar a otras personas distintas de los habitantes del norte de la Isla y, por supuesto, a los hermigüenses, aunque no tanto al verse perjudicados con el muro divisorio de equilibrio inestable. Si hace más de medio año ya se había ejecutado o gastado la tercera parte en cinco meses desde el inicio de la Travesía de Hermigua, ya debe quedar poca guita. Quizá por eso, al día siguiente de aprobarse el Decreto 90/2009, de 30 de junio, el Sr. Curbelo saltó a la palestra en todos los medios de comunicación a su alcance pidiendo celeridad e integración medioambiental en la Travesía. ¿Que motivo despierta ahora ese interés tardío del Sr. Curbelo? ¿Acaso teme que no se iluminen los túneles de San Sebastián? ¿O trata de redimir su responsabilidad en las décadas de marginación norteña y, concretamente, de la villa de Hermigua? Yo le aconsejaría al Sr. presidente del Cabildo gomero que no sea travieso para que no le malentendamos y se lea detenidamente el Decreto 90/2009, sobre todo en los párrafos siguientes: “La obra no puede iniciarse hasta que exista la plena disponibilidad del suelo, con lo que la demora por la tramitación del expediente expropiatorio sería superior a 2 años”. “Ahora bien, la experiencia del Servicio de Expropiaciones de la Consejería de Obras Públicas y Transportes en la tramitación de expedientes administrativos semejantes, hace previsible que la estimación teórica citada en el párrafo anterior pueda extenderse hasta los 4 años, debido a las vicisitudes que se producirán durante la instrucción, con el consiguiente perjuicio para el interés general”.

Esto es muy grave, porque cuatro años para iniciarse la obra del Modificado nº 1 (me refiero al propiamente dicho, que afecta a 102 fincas) son muchos años, y ello en el supuesto de que no sufra más dilaciones por intervención judicial, debido a las travesuras de que ha sido objeto el Modificado nº 1 de la Travesía de Hermigua. A veces también se pagan las travesuras, y si que pagarlas hay estas, pagaremoslas.

Amalahuigue