A mediados del pasado mes de mayo, el ministro de Justicia, D. Juan Fernando López Aguilar, sostuvo una discusión en el Congreso de Diputados con el presidente de Coalición Canaria, D. Paulino Rivero, sobre presuntas corrupciones en las islas en base a unas declaraciones de aquél, referentes a negocios multimillonarios entre políticos y empresarios. En dichas declaraciones, respondidas por el Sr. Rivero pidiendo pruebas, podría considerarse quizás excluida la isla de La Gomera, donde el PSOE es prácticamente hegemónico.
En una carta al Director del periódico El Día publicada el pasado 1 de junio, el cirujano D. Antonio Manuel Pérez y Pérez, se refería a la compra por el Cabildo Insular de La Gomera de la Casa de Los Bencomo, que le fue ofertada por la cofradía Nuestra Señora de Guadalupe, propietaria del inmueble. Explicaba el Sr. Pérez que el Cabildo rechazó en principio la oferta, lo que decidió a la cofradía a venderla en subasta pública.
Posteriormente, el Cabildo Insular de La Gomera incoa un expediente para declarar el inmueble como Bien de Interés Cultural, acude a la subasta y la pierde, siendo la adjucataria una sociedad mercantil. No obstante, basándose en la calificación solicitada del inmueble, el Cabildo ejerce su derecho de tanteo y retracto y paga, según D. Antonio, 40.000.000 de pesetas más del precio en el que se le había ofrecido unos meses antes. Yo no sé si aquí ha podido ocurrir una malograda maquinación para alterar el precio de las cosas a la baja en beneficio de quien fuera, de no haberse interesado en la subasta esa sociedad mercantil, o, como afirma D. Antonio Manuel, “lo importante para Casimiro Curbelo no era la casa sino quitársela de las manos a la mercantil que se la adjudicó”, añadiendo que “la persecución de Curbelo a esta familia, utilizando medios públicos para ello, es pública y notoria en toda la isla”. Al fin y al cabo, lo que se deduce con evidencia de esa carta y de lo publicado por el Gabinete de Prensa cabildicio el 14 de marzo de 2003 en su página Web es que se pagaron, por cuenta del Cabildo Insular de La Gomera, cerca de cien millones de pesetas del erario público, lo que representa un 40 % de incremento del precio ofertado inicialmente por la Cofradía. No obstante, tampoco puede decirse que el precio pagado finalmente por la Casa de Los Bencomo fuera desorbitado, teniendo en cuenta que este inmueble de dos plantas sobre una superficie de 400 metros costó a 250.000 pesetas el metro cuadrado (de solar edificado).
Bajo el título “Acoso y derribo”, publicado el pasado 24 de mayo en Gomera21, Montesino se preguntaba si constituiría también una maquinación alteradora de valor un Decreto de la Alcaldía de Hermigua declarando en estado de ruina otro inmueble singular, con errores o sin ellos, y otorgando un plazo de quince días para su derribo solo varios meses después de que el propio Ayuntamiento solicitara su adquisición por el Cabildo Insular de La Gomera, debido a su interés histórico. Como consecuencia de ello, el precio inicial de venta de 26.100.000 pesetas, al parecer desestimado por el Cabildo, se redujo a 17.500.000 el día 22 del mismo mes, lo que significa unas 115.000 pesetas el metro cuadrado de este inmueble de dos plantas sobre una superficie de 150 metros, menos de la mitad que el “monumento” capitalino. Lamentablemente, el desistimiento de un posible comprador acaba de conducir a la convocatoria de una nueva “Junta General de la Comunidad” para establecer, es de suponer bajo la amenaza de derribo, un menor precio de venta, ahora que el arquitecto que aconsejó el cierre de la Catedral de San Cristóbal de La Laguna acaba de percatarse que las bóvedas solo distribuyen su propio peso únicamente como cargas de compresión, y que el desprendimiento de unos cascotes del enfoscado interior, como consecuencia del óxido producido por la humedad en la armadura, no requiere necesariamente actuaciones de demolición. Pero lo verdaderamente difícil con esa edificación “ruinosa”, ahora de pretendida demolición sin motivos suficientes en Hermigua, un pueblo antaño relativamente pujante y hoy decrépito bajo el dominio pesoistico, no es solo encontrar un comprador, sino localizar y conciliar las voluntades de todos y cada uno de los vendedores dispersados, muchos de ellos con “apellido de maleta”, tanto para su venta como para su restauración.
Otra cuestión ejemplar donde no hay ni compras, ni ventas, ni derribos, ni historia, ni tampoco cultura de ningún tipo, es lo de las marquesinas con cargo al Contrato Programa de Transportes, suscrito entre la Institución Insular, la Administración General del Estado y el Gobierno Regional. Esas “doradas” paradas de guaguas confeccionadas a base de “materiales nobles”, como la de El Molinito que “se parecerá al clásico porche cubierto, abierta por uno de los lados (en función de la aproximación de la guagua y la orientación) y con el pavimento necesario, junto a un zócalo de piedra roja gomera y un banco con asiento de listones de madera en la cara interior de la pared” y en la que “se invertirán más de 24.810 euros”, según publicaba la página Web del Gabinete de Prensa del Cabildo gomero el 17 de noviembre del pasado año. Ello significa más de cuatro millones de pesetas por un simple porche pavimentado, con dos paredes, madera, unas tejas y piedra “gomera” de la roja, sobre una superficie que no llega a ocho metros, o sea, más de 500.000 pesetas el metro cuadrado. ¡Nada menos que más del doble que la Casa de Los Bencomo con sus dos plantas, su pavimento, su madera, sus tejas y sus viejas paredes con barro y piedras “monumentales” talladas y colocadas una a una en su sitio con perfecta alineación!.
La concisión requerida no permite ser prolijo comentando los pedregales por doquier, los sinuosos túneles paralelos a las faldas de las montañas en interés de laureados constructores y desechando con nimias excusas otros más eficientes que las atravesarían de lado a lado, los aeropuertos construidos golpe a golpe electoral a través de lustros para transportar con esas avionetillas a lo largo de todo un año los mismos pasajeros que con un solo barco en un solo día y un solo viaje, las inyecciones dinerarias año tras año en mataderos y asilos de ancianos que aún no han logrado que funcionen, las subvenciones dirigidas a los unos y algunas “forrando” a algunos de esos unos, los discriminatorios postramientos de rodilla y exilio de vecinos por el bombonero ¿compañero Néstor? del también Alcalde de Hermigua con o sin caprichosos controles “triplealianceros” de meadas en la bacinilla, las manifestaciones externas de desproporcionada riqueza de algunos políticos democráticos, familiares y allegados, nunca vistas por aquí en tiempos dictatoriales y puestas aún más en evidencia en el reparto de “sus bienes gananciales” cuando se separan o divorcian, las estaciones terminales de guaguas sin haberse utilizado durante años en San Sebastián de La Gomera o proyectadas en las afueras extremas de pueblos de paso como Alajeró, las guaguas de “balde” de la empresa concesionaria del transporte regular de viajeros por carretera que ahora el Cabildo acaba de intervenir como consecuencia de una rigorización de esos Contrato Programa de Transportes donde se emplean marquesinas de tal “nobleza” dineraria, etc., etc., etc.
El transporte en una isla es algo muy importante, por eso, tras no haber conseguido impedir en su estrecho trabajo el trío Curbelo-Castro-Padrón que Trasmediterránea se retirara de la línea marítima entre las tres islas sur occidentales, el Sr. Curbelo ha expresado su intención de analizar el transporte marítimo de La Gomera con el consejeropalmerosempiterno, D. Antonio Castro, recordando que la corporación insular ha puesto en marcha un magnifico “plan estratégico”, al que D. Erasmo Armas, en el periódico digital Canarias Ahora, ha hecho las siguientes puntualizaciones, que transcribo:
Castro y Curbelo analizan el transporte marítimo de La Gomera
De Erasmo Armas
Asunto Transporte marítimo
Si el Cabildo de la Gomera tiene un plan estratégico del transporte ¿donde está? ¿ Es realista, o un brindis al sol? ¿Será, como siempre, un lloriqueo para pedir mas dinero?. Todo lo que ha tocado el Cabildo en materia de transporte tanto marítimo, como terrestre y aéreo lo ha estropeado. Que diga, el presidente del Cabildo, con claridad, que el apuesta por un monopolio en el transporte marítimo personalizado en "Fred Olsen", a quien ha defendido siempre, al único que siempre han defendido, por intereses inconfesables.¿Defender un monopolio es defender los intereses generales de una isla?.
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¿¿Intereses inconfesables?? ¿¿Qué diga con claridad el presidente del Cabildo que él apuesta por el monopolio de su defendido de siempre, Fred Olsen SA.??
No, yo no creo que D. Casimiro Curbelo explique con claridad la estrategia de ese plan de mejora del transporte ni el sentido de su apuesta. Menos ahora con todo “patas arriba” por mar y tierra, después de la fatal avería del buque “Volcán Tenagua” con el que Naviera Armas pretendía comenzar a “competir” con Fred Olsen SA. y con la intervención de la empresa de autobuses Servicio Regular Gomera SL., para que D. Eugenio Chinea sepa quien manda en la isla y quien abre y cierra los manantiales, si es que lo había olvidado.
Tampoco creo que D. Erasmo Armas cuente esos “intereses” porque, detrás de ellos… ¡Mogollón! ¿O no, D. Erasmo? ¿También tiene Vd. miedo a hablar en La Gomera? ¿Más ahora con los derechos fundamentales de la Constitución democrática, que no gusta a Maragall ni a Ibarreche, que antaño con los principios del Movimiento Nacional, que gustaba a Arias Navarro y a Mardones?. Pero miedo…….¿a quien, Sr. Armas?
Gomera21 07/06/04 Amalahuigue
11 de febrero de 2006
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